Reflexión
Jesús permanece libre y firme frente al complot de los fariseos contra Él, los que tratan de atraparlo, sacarlo y encontrar la manera de silenciarlo con una pregunta mordaz. ¿Es correcto pagar impuestos a las potencias extranjeras? Si Él decía sí, estaba en contra de su propio pueblo. Si Él decía no, sería reportado a los romanos y éstos lo arrestarían. Podemos ver en el texto la sabiduría de su respuesta.
Ser un buen ciudadano y servir a Dios no es una contradicción, porque Dios trabaja a través de los sistemas humanos y las instituciones, para construir la comunidad final de amor. Dios me necesita para ayudarlo a construir buenas relaciones, donde quiera que sea que yo me encuentre.