Reflexión
Una de las afirmaciones más triste en los Evangelios es este comentario inocente del padre: “Ellos respetarán a mi hijo”. Me asusta pensar qué pasaría si Jesús viniera al mundo hoy día. Su mensaje sobre el Reino de Dios lo pondría en franca oposición a tantos otros reinos. Se convertiría en un enemigo al cual eliminar.
Jesús, fuiste expulsado y muerto. Sin embargo, no te vengaste. Al contrario, disculpaste a tus torturadores y por tu amor reconciliaste a todos con Dios. Mostraste como es el amor divino. Tú me amas en totalidad, sin importar lo que yo haga. Ojalá yo siempre deseara el bien a los otros y rece por ellos, en vez de vengarme cuando me hieran.